La población del territorio italiano sube durante la prehistoria, época de la cual muchos testimonios arqueológicos importantes han sido encontrados.
Se sabe relativamente poco de estos pueblos, presuponiéndolos preindoeuropeos y, por ende, antecedentes a los indoeuropeos, los cuales fueron asimilados pronto por las subsiguientes culturas.
Más al sur, aunque la práctica general era la inhumación, se han encontrado también enterramientos de esta cultura desde Capua, en Campania, hasta Calabria.
Los sabinos, que dieron nombre a la región Sabinia, habitaban cerca, en ciudades cercanas como Reate (Rieti), Interocrea (Antrodoco), Falacrinum (Cittareale), Foruli (Civitatomassa), Amiternum y Nursia (Norcia).
Llegaron a ser una gran potencia naval en el Mediterráneo Occidental, lo cual les permitió establecer factorías en Cerdeña y Córcega.
Algunas de sus principales ciudades fueron: Veyes, Chiusi, Tarquinia, Caere, Valathri, Felsina (Bolonia), Aritim (Arezzo), Volsinios (Orvieto) y Vetulonia, entre otras.
En muchos casos se produjo una asimilación o amalgamación entre los celtas y los pueblos ligures preexistentes, dando vida así a una cultura celto-ligur.
Para asegurar el territorio conquistado se fundaron colonias romanas en varios puntos de Italia, como Ostia, Urbinum Mataurense (Urbino), Aruminium (Rímini), Cremona, Placentia (Piacenza) o Mediolanum (Milán).
Convertida en una de las principales potencias del Mediterráneo, junto a Cartago y los reinos helénicos, Roma practicó una política exterior cada vez más importante.
César cruzó entonces el río Rubicón, imponiéndose en Italia, y persiguiendo a los que se le opusieron por los dominios de Roma.
Venció en la clave batalla de Farsalia y logró finalmente el poder absoluto, pero fue asesinado por un complot liderado por Marco Junio Bruto que reinició la lucha partidista.
En sus últimos años se vio marcado por su esposa y probable asesina, que logró colocar a Nerón, hijo adoptivo de Claudio.
Tras su liberación de aquellos, eligieron a Teodomiro como rey y se asentaron bajo protección bizantina en Panonia, en el cauce del Danubio.
Tras una campaña en el Norte de la península, Teodorico tomó la capital, Rávena, matando a Odoacro en 493 y estableciéndose como señor del país.
Mandó construir y decorar joyas como la Capilla Arzobispal de Rávena, el Baptisterio Arriano o su mausoleo, obra maestra del arte ostrogodo en Italia.
Dicho periodo se caracteriza por numerosas luchas por el poder en la Iglesia, Roma, e Italia central; entre intrigantes muchas veces motivados por cortesanas y nobles (particularmente los señores de Spoleto).
Córcega sufrió también los ataques musulmanes, combinados con intervenciones francas, lombardas y del marqués de la Toscana Bonifacio II, para asegurar la frontera.
El aventurero Francesco Sforza, casado con una hija del último Visconti, tomó Milán en 1450 y se autoproclamó duque, en enfrentamiento a los pretendientes franceses.
Las ciudades de Ancona y Ragusa (esta última sita en la actual costa croata) son también a veces consideradas repúblicas marítimas.
[29] Estos cambios, aunque significativos, estuvieron concentrados en las clases altas, y para la gran mayoría de la población la vida cambió poco en relación con la Edad Media.
Luego tuvo un importante impacto en Roma, que fue ornamentada con algunos edificios en el estilo "antiguo", y después fuertemente remodelada por los papas del siglo XVI.
El nuevo papa era partidario de una recuperación del poder político en Italia por la Iglesia, lo que lo llevó a establecer múltiples y cambiantes alianzas con sus vecinos.
Venecia aprovechó la ocasión para anexar Cremona Entre tanto, un pacto en Granada había repartido el Reino de Nápoles entre Francia y España.
Sin embargo, discrepancias posteriores desembocaron en una guerra en la que Gonzalo Fernández de Córdoba expulsó del país a los franceses en 1504 tras vencerles en batallas como Seminara y Ceriñola.
Esta República se vio marcada por las guerras contra Pisa, Arezzo y otras ciudades de la Toscana que intentaron aprovechar estas disputas para minar la supremacía florentina en la región.
Malta, tradicionalmente dependiente del poder siciliano fue entregado a los Caballeros Hospitalarios en 1530 como baluarte contra los turcos tras la caída de su base en Rodas.
Al concluir esta se anexionaron el Véneto con su capital, Venecia, aunque Bolzano, Trento y algunas de las regiones en disputa siguieron en manos austríacas.
Esta anexión generó un conflicto entre Iglesia y Estado conocido como Cuestión Romana, que no se resolvería hasta 1929, con la creación de la Ciudad del Vaticano.
En 1992 los jueces del Tribunal de Milán, el más famoso Antonio Di Pietro, empezaron muchos procesos, conocidos como Operación Manos Limpias, contra partidos políticos descubriendo una corrupción enorme.
Las tensiones internas en la coalición de izquierdas hicieron que solo dos años después hubiera sido sustituido por Massimo D'Alema y permitieron en 2001 a Silvio Berlusconi recuperar el poder.