A mediados del siglo XIII, los güelfos dominaron en Florencia mientras que los gibelinos controlaban Siena.
Las fuerzas sienesas estaban al mando de Farinata degli Uberti, un gibelino florentino exiliado.
Aunque Bocca luchaba por Florencia junto a los güelfos, era un gibelino de corazón.
Aprovechando esta confusión, cientos de gibelinos florentinos atacaron a sus compatriotas güelfos conforme cargaba el contingente principal sienés, y los florentinos fueron aplastados y perseguidos por sus enemigos mientras huían.
[1] Mientras estaba rastreando por los archivos florentinos durante el siglo XIV, Dante Alighieri (que era güelfo) leyó un relato sobre la batalla escrito por Giovanni Villani, un comerciante florentino e historiador, y descubrió este acto de traición.