También contribuyó a definir el movimiento europeo en pro de una democracia popular en un Estado republicano.
Entonces se convirtió en uno de los autores principales del L'Indicatore Livornese, publicado en Livorno por Francesco Domenico Guerrazzi, hasta que este periódico también fue abortado.
El activismo político propugnado por Mazzini tuvo algunos éxitos en Toscana, Abruzzi, Sicilia, Piamonte y su Liguria nativa, especialmente entre algunos oficiales del Ejército.
Hacia 1833, la Joven Italia tenía cerca de 60 000 adherentes, con ramas en Génova y otras ciudades.
[cita requerida] Ese año, Mazzini lanzó su primer intento de insurrección, el cual cubre desde Chambéry (en esa época parte del Reino de Cerdeña), Alessandria, Turín y Génova.
Un grupo de exiliados debía entrar en el Piamonte desde Suiza y propagar la revolución desde ese sitio, en tanto que Giuseppe Garibaldi, quien se había unido recientemente a la Joven Italia, haría lo mismo en Génova.
In the Spring of 1834, while at Berne, Mazzini and a dozen refugees from Italy, Poland and Germany founded a new association with the grandiose name of Young Europe.
Its basic and equally grandiose idea was that, as the French Revolution of 1789 had enlarged the concept of individual liberty, another revolution would now be needed for national liberty; and his vision went further because he hoped that in the no doubt distant future free nations might combine to form a loosely federal Europe with some kind of elected assembly to regulate their common interests.
In practice, Young Europe lacked the money and popular support for more than a short-term existence.
[...]Mazzini esperaba, aunque sin demasiado convencimiento, que durante su vida pudiera ver concretada su visión de una asociación naciones independientes.
En marzo de 1848, Mazzini se encontraba en París, desde donde lanzó una nueva asociación política: la Associazione Nazionale Italiana.
Sin embargo, cuando las tropas francesas convocadas por el papa dejaron en claro que la resistencia de las tropas republicanas, comandadas por Garibaldi, era en vano, Mazzini debió huir a Marsella en julio de 1849, desde donde pasó clandestinamente a Suiza.
No obstante, Mazzini desconfiaba de Cavour, pues este favorecía la creación de un Estado italiano unificado bajo una monarquía constitucional y rechazaba por completo el proyecto republicano-liberal, tan ansiado por Mazzini.
Relegado por los proyectos de Cavour y con pocos partidarios republicanistas dentro de Italia, Mazzini se mostró activo en conspiraciones desde el exterior, pero fracasaron dos rebeliones inspiradas por él en Mantua (1852) y Milán (1853).
Desde allí promovió la rebelión republicanista del conde Carlo Pisacane en Calabria en julio de 1857, pero esta también fracasó por completo.
Mazzini ya había perdido para entonces gran parte de su antiguo protagonismo en la unificación italiana, en tanto que la dirección de este movimiento había sido asumida por Cavour, quien colocaba como «líder natural» del mismo al rey Víctor Manuel II.
El mismo Partito d'Azione creado por Mazzini ya había sufrido la deserción de numerosos seguidores, y los remanentes se habían adherido por completo a Víctor Manuel II desde 1864, juzgando a la monarquía como la forma de gobierno idónea para llevar adelante la unificación.
Y, segundo, la lucha en favor de intereses materiales provoca que la gente se pisoteara mutuamente, debilitando así los lazos comunes del género humano.
En cambio, según Mazzini, Dios ha creado distintos países y ha separado a la humanidad en ramas.
Un país es el «taller» a través del que la persona puede servir al género humano.
[9] En otra entrevista, Marx se refirió a Mazzini como «ese idiota recalcitrante».