Indoeuropea Ítalica Osco-umbros Los sabinos, junto con los etruscos, los latinos, los ecuos, los ligures, los samnitas, los sabelios y los hérnicos, entre otros, fueron uno de los pueblos antiguos que habitaron la Italia prerromana.
Los sabinos eran un pueblo ganadero que habitaba las colinas cercanas a Roma en el Lacio, se ubicaron al oeste de los Montes Apeninos, ocupando toda la ribera este del río Nera y a ambos lados del Velino (Velinus), hasta llegar al Tíber y el Aniene (Annio) en el sur.
Algunos autores usan este término como sinónimo de sabino, y algunas veces se les llama también samnitas.
Por otra parte está la hipótesis, menos probable, insinuada por Plutarco que considera a los sabinos como una colonia de los lacedemonios.
[5] Plutarco considera que, al ser lacedemonios o espartanos son versados en el uso de las armas.
Pero esto sería para los sabinos, un recorrido inverso al propuesto en la mayoría de las fuentes históricas.
La sabina tiberina, sin embargo —con los centros de Cures, Eretum, Trebula Mutuesca y Forum Novum— desarrolla una civilización urbana.
En ella las labores arqueológicas han descubierto sepulcros con cámara mortuoria y estructura social articulada.
Desde ese momento desarrolla una cultura comparable en lujo y refinamiento a la de los etruscos.
[9] Los grupos étnicos de la Italia prerromana tendían a vivir en asentamientos temporales y no en pueblos o ciudades.
[12] La costumbre romana de dar a las personas un nombre y apellido podría tener su origen en el pueblo sabino.
Tito Livio en su Historia de Roma desde su fundación, describe extensamente las guerras entre etruscos, romanos y sabinos.
[16] Se sabe por cierto que los sabinos adoraban a la diosa Feronia, en la localidad de Trebula Mutuesca.
Esta divinidad ha sido identificada con Diana, Ceres o la diosa Victoria pero la hipótesis más acreditada es la que propone que el nombre Vacuna deriva de Lacuna (laguna), por tanto sería la diosa del lago.
Otras divinidades de origen sabino son Quirino, Velinia, Lymphae Commotiles y Minerva.
Todos los dioses sabinos representaban símbolos naturales que en el territorio tenían especial significación: manantiales de agua incontaminada, bosques, flora y fauna, etc.
De los sabinos falta mucho por investigar y sólo se conocen los grupos que se asentaron en sitios estratégicos frente al Tíber en la edad de Hierro más reciente: Cures, Campo del Pozzo, Eretum, Poggio Somaviglia y Magliano.
Estos asentamientos alcanzan una dimensión urbana durante el período orientalizante gracias a la influencia de los grupos humanos en torno al Tíber con los que se encuentran en relación cultural y comercial.
Esta distinción es un avance importante en una población protohistórica, aunque no se adecúe plenamente al concepto romano de ciudad.
Durante el período orientalizante reciente (siglo VII a. C.) los sabinos comparten la costumbre etrusca de colocar sus necrópolis en sitios elevados.
Para recuperar a las mujeres el legendario rey sabino de Cures, Tito Tacio declaró guerra a Roma, pero las mujeres prefirieron quedarse con sus esposos e hijos y los sabinos desistieron de pelear.
Como quiera que sea, esta leyenda expresa la estrecha unión entre romanos y sabinos.
Ésta unía a Roma con la población sabina de Reate (actualmente llamada Rieti).
El mítico rey Titus Tatius hizo la guerra a Rómulo, pero al final terminaron aliándose en una diarquía.
Un etrusco lo sucedió en el poder Tarquinio Prisco, quien tuvo muchas confrontaciones y problemas con los sabinos a quienes hizo la guerra, según Tito Livio, porque los sabinos habían cruzado el río Aniene (Annio).
En el año 290 a. C. después de 200 años sin aparecer en las crónicas, los sabinos vuelven a ser mencionados luchando contra Roma.
Muchos prisioneros fueron vendidos como esclavos, aunque otros fueron admitidos a la ciudadanía romana sin derecho al sufragio.
En la guerra Social, los sabinos, una vez asimilados a los romanos, no estuvieron al lado de los rebeldes que pedían la ciudadanía.