Festus dice que su antiguo nombre Interocrea deriva del latín (inter-cruce y ocrem-montaña) por encontrarse entre montañas en lo profundo de un valle.
A esta localidad a la que Estrabón[4] se refiere como aldea (vicus), se le han dado diversos nombres en los manuales para viajeros y diccionarios topográficos del siglo XIX: Introdoco,[5] Anterdoco, Introduci, Interocrium.
Pero su ubicación estratégica fue más importante aún en época romana al encontrarse sobre la Vía Salaria, ruta por la que se distribuía la sal producida en la costa de Ostia en el mar Tirreno, hacia el interior de la península cruzando por Roma y atravesando la Sabina.
[9] Durante el Alto Medioevo las autoridades feudales de Rieti destinaron mayordomos (gastaldi o castaldi)[10] para controlar Antrodoco, en donde se estableció una hacienda (curtis).
[11] Esta curtis o hacienda termina por transformar a la localidad en un importante centro agrario para la región.
Probablemente en el siglo X, la hacienda de Antrodoco se trasforma en un castrum o una aldea feudal fortificada y con un castillo, llegando a convertirse en una gastaldía (mayordomía) menor.
La primera impresión de la situación en el área es negativa para Pepe según lo narra en sus propias memorias.
Al terminar la inspección de L'Aquila, Pepe pasó a Forca di Panne y encontró que la situación en el Abruzo era un poco mejor.
Los carboneri de Abruzo, dice, lo ayudaron a organizar 20 batallones, nueve milicias y once legiones.
Allí se decidió poner fin a lo que para los monarcas del momento era una verdadera revolución.
El Coronel Russo, en una primera acción logró burlar las fortificaciones y defensas del enemigo.
Una vez allí, según el plan, debía alcanzar a la brigada de Montemajor para acabar con los enemigos confundidos.
El regimiento del Rey contribuyó con la caballería austriaca imprimíedole una fuerza mayor que la de sus contrarios, pero los napolitanos resistieron valerosamente.
Esta Iglesia es mencionada ya en el s. VI en los diálogos de san Gregorio Magno, quien recordaba un milagro sucedido a un sacerdote "Rústico" (Severo).
Es probablemente el primer edificio sagrado en construirse en la localidad durante los siglos IV y V de la que datan los capiteles con la fórmula cristiana VIVAS IN DEO.
Y frente a la iglesia se encuentra el bautisterio que conserva interesantes pinturas del siglo XV.
La Iglesia ha tenido muchas reparaciones y modificaciones, la principal de ellas en 1050 en la que se obliteraron las fases más antiguas.
Después del terremoto de 1703, el jesuita Baldinucci reconstruyó esta Iglesia quedando terminada en 1720.
En la fachada principal hay adaptado un portal que proviene de Santa Maria Extra Moenia.