Según la leyenda, rogó a Júpiter que Sicilia fuese ubicada en los cielos.
El resultado, debido a que la isla tiene forma triangular, fue la constelación Triangulum, uno de cuyos nombre antiguos fue «Sicilia».
En Grecia eran numerosas las Demetrias, fiestas de Deméter, la diosa equivalente a Ceres.
Atenas tenía dos fiestas solemnes en honor de Démeter: una llamada Eleusinia y otra, Tesmoforia.
Los romanos adoptaron a Ceres en 496 a. C. durante una devastadora hambruna, cuando los Libros Sibilinos aconsejaron la adopción de su equivalente griega Deméter, junto con Perséfone y Yaco (mediador entre las diosas eleusinas y Dioniso).
Únicamente le estaba consagrada la amapola, no solo porque crece entre el trigo sino también porque Júpiter se la hizo comer para provocarle sueño y así alguna tregua a su dolor.
Los pequeños eran una preparación a los grandes que se celebraban cerca de Atenas, en la ribera del Iliso.
Estaba prohibido, incluso a las mujeres, hacerse conducir al templo en coche o en carro.
Su túnica le llega hasta los pies, y a menudo lleva un velo echado hacia atrás.