En la mitología griega Arión (Ἀρείων / Areíōn: «mejor», «más fuerte», «más valeroso») era un fabuloso caballo de crines negras[1] que podía correr tan rápido que podía ir sobre el agua[2] y tenía estirpe divina.
[8] Dicen que a Deméter, cuando andaba errante en busca de su hija, la siguió Poseidón, que deseaba unirse a ella, y ella, transformándose en una yegua, pastaba con las de Oncio, pero Poseidón comprendió que había sido engañado y se unió con Deméter tomando forma de caballo.
[9] De momento, Deméter se encolerizó por lo sucedido, pero algún tiempo después dicen que depuso su cólera y quiso bañarse en el Ladón.
[10] Dicen que Deméter tuvo de Posidón una hija, cuyo nombre no acostumbran a decir a los no iniciados, y el caballo Arión.
Por esto escribió Antímaco respecto a Arión:[15] «Adrasto fue el tercer señor que lo domó».