En la mitología griega, Janto o Jante (en griego Χάνθος) y Balio (Βαλίος) eran dos caballos inmortales, hijo del dios del viento de oeste, Céfiro, y de Podarge, una de las Harpías: «Automedonte le unció bajo el yugo los ligeros caballos, Janto y Balio, que alzaban el vuelo con los vientos.
[1]Al parecer Janto y Balio eran acompañados por un tercer caballo, Pédaso:«En los arneses suplementarios puso al intachable Pédaso, que Aquiles había conducido al conquistar la ciudad de Eetión y que, aun siendo mortal, acompañaba a caballos inmortales».
Esta es la razón, añade Diodoro, por la que Janto pudo profetizar la muerte a Aquiles».
[4]También se dice que, durante las bodas de Tetis y Peleo, todos los dioses principales les obsequiaron con maravillosos presentes.
[6] A estos caballos Aquiles ató el cuerpo de Héctor para injuriarlo en muerte.