Carlomagno utilizó las columnas de este palacio para la construcción del suyo en Aquisgrán.
Una torre, vestigio del antiguo palacio de Teodorico, fue abatida en el año 1295 y hoy sólo queda un muro angular.
La pequeña capilla en forma de cruz griega está actualmente dedicada a San Andrés, aunque la advocación original era al Salvador, como evidencia un luneto sobre la puerta del vestíbulo representando a Cristo como un guerrero.
Algunas partes de ellos sobreviven, mientras que otras han sido sustituidas por pintura al temple obra de Luca Longhi en el siglo XVI.
Su iconografía es también importante en virtud de su fuerte simbolismo anti-arriano.»[1]