El monarca colocó en el cargo de marqués a Arduino el Calvo.
Durante este período, Arduino combatió a los sarracenos que se habían instalado en el Valle de Susa, anexándose estos territorios.
El marqués de la casa arduinica más importante fue Ulrico Manfredo II, que llevó a la marca a su máxima extensión territorial y a su apogeo político.
Las tierras y feudos de la marca fueron absorbidos por la casa de Saboya y engrosados en su condado, del que Turín sería capital en siglos venideros.
Este poder nunca fue efectivo y el título fue puramente nominal, ya que se enfrentó a su padre y fue desheredado.