En 905 fue nombrado gobernador de Provenza hasta que en 911 el emperador del Sacro Imperio Romano Germánico, Luis III el Ciego, lo nombró conde de dicho territorio, también conocido como Baja Borgoña.
El matrimonio solo duró dos años, ya que Guilla falleció en 914 sin dejar descendencia.
En 924 volvió a contraer matrimonio con Alda, que le dio dos hijos: Alda de Vienne, quien casaría con Alberico II, y Lotario, a quien en 931 asoció al trono italiano.
Con la muerte del emperador Luis III en 928, Hugo se consolidó en la soberanía de la Baja Borgoña, lo que le permitió poner fin al conflicto que mantenía con Rodolfo en 933, teniendo como mediadora a su media hermana Ermengarda de Toscana, de quien aquella era amante, así como de él.
Esta maniobra política resultó fallida al ser rechazada por Alberico II, otro de los hijos de Marozia y hermanastro del papa, quien se alzó en armas y, tras encarcelar a su madre y al papa, expulsó a Hugo de Roma, quien posteriormente forjó una alianza con Alberico mediante el matrimonio de su hija Alda con el noble italiano.