Terramara es un sistema de construcción sobre pilotes que se levanta sobre tierra firme, de forma similar a los palafitos[1] que se levantan sobre el agua (lagos).
Se trata del primer caso seguro de incineración en Italia.
[2] Cronológicamente se ubica en la Edad del Bronce, entre los años 1700-1100 a. C.[3][4] Aun así, la cronología y muchos otros aspectos de los restos arqueológicos permanecen sujetos a constantes revisiones.
[2] De todos modos puede decirse que el espectro cronológico abarcado es muy amplio, que los restos de Terramara pueden estar situados entre principios del segundo milenio a. C. y la época en torno al año 700 a. C., aproximadamente, cuando se vuelve a estructurar el mapa de la península itálica, en la segunda Edad del Hierro.
[2] Su importancia historiográfica estriba en que, durante el siglo XIX a. C. se le atribuyó el carácter de precedente de la ciudad romana y en que, por tanto, se vio en sus habitantes a los primeros representantes de la etnia latina que llegaría posteriormente a fundar la urbe del Tíber.