Cronológicamente se ubica en la Edad del Bronce, desarrollándose principalmente entre los años 1800 y 1050 a. C. La gente de la cultura apenínica se dedicaba al pastoreo alpino, llevando a su ganado a los prados y bosques de montaña de las montañas centrales de Italia.
Durante el verano, montaban campamentos temporales, o vivían en cuevas y abrigos rocosos, cerca de los pastos.
[1] Su entorno no se limitaba necesariamente a la montaña; su cerámica se ha encontrado en la Colina Capitolina de Roma e islas como Lipari e Isquia.
La cerámica está bruñida, incisa con espirales, meandros, y zonas geométricas, llenas de puntos y guiones transversales.
En Isquia se ha encontrado una asociación con los períodos heládicos LHII y LHIII, y en Lipari, con LHIIIA, que se remontan a la Edad del Bronce tardía, como la definida en Grecia y en el Egeo.