Macrino

Cayo Fulvio Plauciano, prefecto del pretorio, le nombró su asesor legal personal durante el gobierno de Septimio Severo.

Como Macrino fue declarado emperador por sus soldados sin consultar al Senado, solo pudo apoyarse en la fidelidad de sus propias tropas, a las que enriqueció cuando asumió el poder.

[5]​ La situación política se agravó al presentarse Vario Avito Basiano (Heliogábalo), quien apenas contaba catorce años, como presunto heredero de Caracalla.

Macrino reaccionó proclamando a su propio hijo Diadumeniano como Augusto, pero no consiguió calmar la situación.

Finalmente, fue capturado en Calcedonia, cuando estaba a la espera de abordar un barco que le debía llevar al otro lado del Bósforo.

Áureo de Macrino; reverso junto a su hijo Diadumeniano.