Historia romana (Dion Casio)

De la obra tan sólo se conservan íntegros los libros XXXVII a LX, que abarcan desde el 68 a. C. hasta la muerte del emperador Claudio en el 54 d. C. El resto ha llegado a la actualidad en fragmentos y epítomes.

Tal vez comenzó hacia el 207 después de haberle felicitado el emperador por sus obras anteriores y, sobre todo, debido a un sueño en el que una divinidad lo habría animado a escribir una historia desde los orígenes de Roma hasta sus tiempos.

Entre las dos partes hay una clara diferencia, y es que el período imperial goza de mayor relevancia.

El diálogo ficticio entre Cayo Mecenas y Marco Agripa en el libro LII permite al autor hacer un repaso de los diferentes regímenes, si bien la obra atestigua una preocupación constante por señalar la naturaleza del régimen político romano, el funcionamiento de sus instituciones y la evolución de éstas.

Su versión de los hechos puede en ocasiones actualizar una tradición desaparecida en los demás historiadores.