Clemente V

Además, aun siendo francés era súbdito del rey de Inglaterra y había mantenido una posición neutral en el conflicto entre Bonifacio VIII y el rey Felipe IV de Francia.

[3]​ Clemente V estuvo durante todo su pontificado sujeto a los deseos de Felipe IV,[4]​ y nada más ser coronado, su primer acto fue el nombramiento de nueve cardenales franceses cercanos al monarca francés.

No quedan muy claras las razones por las cuales Felipe el Hermoso arremetió fuertemente contra los templarios.

El papa Clemente V falleció pocos meses después debido a una enfermedad desconocida.

Clemente llevó consigo el tesoro papal acumulado por su predecesor, transportado en cofres portados por una caravana de mulas.

[11]​ El traslado tuvo inicialmente un carácter provisional, motivado por la situación de inseguridad y caos en que se encontraba Roma, inmersa en luchas e intrigas políticas, y para aprovechar la relativa cercanía con Vienne donde, en 1311, se celebraría un concilio ya convocado.

En 1307, otra embajada mongol liderada por Tomasso Ugi di Siena llegó con los monarcas europeos.

Clemente otorgó a los pobres cruzados una indulgencia, pero rechazó la participación de una expedición profesional dirigida por hospitalarios.

Otra embajada dirigida por Oljeitu hacia el oeste y Eduardo II de Inglaterra en 1313.

Sin embargo su repentina muerte en 1295 le impidió alcanzar la corona y los derechos pasaron a su hijo Carlos Roberto de Anjou, el cual contaba con el apoyo del papa Bonifacio VIII.

El papa había enviado en 1301 al cardenal Nicolás Boccasini (posteriormente papa Benedicto XI) para que asegurase la situación de Carlos Roberto en Hungría; sin embargo no consiguió mayores resultados, pues el reino se hallaba en caos luego de que surgiese un grupo de aristócratas (conocidos como los "reyezuelos") que mantenían control e influencia sobre gran parte del reino.

Durante más de una década, estos se enfrentarán militar y políticamente al joven pretendiente del trono húngaro.

Gentilis discutió personalmente con Mateo Csák, el "reyezuelo" más influyente, al cual no había podido derrotar Carlos Roberto y lo amenazó con la excomunión.

Clemente V canonizó a su predecesor Celestino V, pero con el nombre de Pietro del Morrone, lo cual daba cuenta de que para él no había dudas de que Bonifacio VIII era verdadero sucesor y no un antipapa (como querían ciertos cardenales franceses, instados por el rey Felipe IV).

De acuerdo a registros, mientras su cuerpo yacía inerte, una terrible tormenta apareció en la noche con truenos y relámpagos, cayendo un rayo donde estaba su cuerpo, originando un incendio que fue tan intenso, que duraron tiempo en controlar.

Su sucesor Juan XXII emprendió litigios contra sus más allegados por este motivo, que durarían de 1318 a 1322.

Dante en su obra la Divina comedia augura que Clemente V y Bonifacio VIII terminarán junto a Nicolás III en el Infierno,[13]​ condenados todos por haber pecado de simonía:

Catedral de Perugia , lugar de la elección.
Tumba de Clemente V en la Colegiata de Uzeste, (Aquitania, Francia).