Henry Dunant

Sus padres enfatizaban el valor del trabajo social, según el ejemplo de su padre que era muy activo ayudando a huérfanos y presos liberados, mientras que su madre trabajaba con los enfermos y los pobres.Muy influyente en la formación del joven Dunant resultó una visita a Toulon donde vio el sufrimiento de los presos.Como resultado, Dunant decidió apelar directamente al emperador francés Napoleón III, que estaba con su ejército en Lombardía en aquella época.Francia estaba luchando junto al Piamonte-Cerdeña contra Austria, que ocupaba gran parte de Italia.38.000 heridos, agonizantes o muertos permanecían en el campo de batalla, y había pocos intentos para ayudarlos.Impresionado, el propio Dunant tomó la iniciativa de organizar a la población civil, especialmente las mujeres y las chicas jóvenes, para proporcionar asistencia a los soldados heridos, mutilados y enfermos.Cabe resaltar que Dunant fue el inventor del actual botiquín de primeros auxilios.También desarrolló la idea de que debería existir en el futuro una organización neutral para proporcionar cuidados a los soldados heridos.Distribuyó el libro a muchos líderes políticos y figuras militares en Europa.El propio Dunant, sin embargo, fue solo un líder por protocolo, debido a los esfuerzos de Moynier por disminuir su participación.Henry Dunant, como miembro de la francmasonería [cita requerida], hizo un llamado a todos los masones [cita requerida] del mundo para difundir la Cruz Roja, por lo cual llegaría su mensaje a países tan lejanos como la República Argentina, y fue el doctor Guillermo Rawson quien fundaría en junio de 1880 a la Cruz Roja Argentina.Léonie Kastner-Boursault, viuda del compositor Jean-Georges Kastner ayuda también a Dunant en varias ocasiones en situaciones difíciles.Por ejemplo le encarga la comercialización del pirófono, un instrumento de música inventado par su hijo Frédéric Kastner.Ya que tuvo un estilo de vida modesto, pero sin caer en la pobreza, se las arreglaba para instalarse definitivamente en julio de ese mismo año, en el Paradies hotel familiar situado en Stähelin Heiden.Se retiró por completo en los años siguientes, ocupándose por las noches de los pensamientos místicos y las visiones proféticas.Sin embargo, esta amistad sufriría posteriormente fuertes acusaciones injustificadas de Dunant sobre Sonderegger quien haría causa común con Gustave Moynier que residía en Ginebra.Recibió el Premio suizo Binet-Fendt y una nota del papa León XIII.El apoyo de la zarina rusa María Fiódorovna Románova y otras donaciones mejoraron notablemente su situación financiera.Dunant comenzó un intercambio de correspondencia con Bertha von Suttner y escribió numerosos artículos.Las felicitaciones oficiales que recibió del Comité Internacional representaron finalmente la rehabilitación largamente debida a la reputación de Dunant: Moynier y el Comité Internacional en conjunto habían sido también nominados para el premio.Aunque Dunant fue apoyado por un amplio espectro en el proceso de selección, era aún un candidato controvertido.Por otro lado, distinguir el esfuerzo humanitario en solitario hubiera sido visto por algunos como una interpretación amplia del testamento de Nobel.A pesar de las felicitaciones con motivo del premio Nobel, no se reconciliaron.Su incapacidad para satisfacer todas sus deudas fue algo que le pesó gravemente hasta su muerte.
Grabado que muestra a los cinco fundadores del Comité Internacional de la Cruz Roja.
Ciudad de Heiden hacia 1900
Monumento a Henri Dunant en Heiden , Suiza .
Henri Dunant
Tumba de Henri Dunant.