Un recuerdo de Solferino

[1]​ Unos 38.000 heridos, agonizantes o ya muertos, permanecían en el campo de batalla, y había pocos intentos para ayudarlos.[2]​ Impresionado, el propio Dunant tomó la iniciativa de organizar a la población civil para proporcionar asistencia a los soldados heridos, mutilados y enfermos.[3]​ Dunant —quien no tenía habilidades específicas de redacción— destinó el libro más bien a su círculo de amigos y no tanto a una audiencia general.Los mil restantes, acondicionados con una nueva página de título, constituyeron una segunda edición, puesta a la venta en toda Europa, aunque aparentemente el humanista suizo también regaló bastantes copias.Una tercera edición de tres mil ejemplares apareció unos meses más tarde.
Lápida commemorativa en Castiglione de las Stiviere con una frase del libro.
Primera edición del libro.