US$ 35.913 dólares (Nominal - 2018) (Fuente: FMI) [5] Unión Europea 60,16% Alemania 13,13% Francia 11,16% Reino Unido 10,30%[2] Estados Unidos 8,85% China 6,69% Japón 5,59% España 5,05% Países Bajos 4,44% Suiza 3,93% Bélgica 3,65% Unión Europea 59,99% China 14,14% Alemania 12,16% Francia 10,65% Japón 8,32% Estados Unidos 7,16% Reino Unido 6,12 España 5,05%[2] Rusia 4,52% Países Bajos 3,79% Suiza 3,52% En el período de posguerra, Italia se transformó de una economía basada en la agricultura, la cual había sido severamente afectada por las consecuencias de las guerras mundiales, para pasar a convertirse en una de las naciones más industrializadas del mundo y un país líder en el comercio internacional y en las exportaciones mundiales.
[8] Italia es el tercer país del mundo con más reservas de oro[9] y es el tercer mayor contribuyente neto al Presupuesto de la Unión Europea.
El lento y posterior estancamiento en el crecimiento económico italiano, y los esfuerzos políticos para revivirlo con gastos masivos por parte del gobierno a partir de la década de 1980 para adelante, produjeron finalmente un severo aumento en la deuda pública.
Cabe mencionar también que los niveles de vida italianos tienen una considerable división entre el Norte y el Sur del país: el PIB per cápita medio en las regiones del Norte de Italia es algo más alto que la media de la Unión Europea, mientras que algunas regiones y provincias del Sur de Italia están muy por debajo del promedio.
[14] Históricamente se puede dividir el país en tres zonas económicas: el Norte es más industrializado y desarrollado, dominado por grandes empresas privadas y dónde se ubica el principal centro financiero del país, Milán; el Centro tiene una situación en la media europea; mientras el Sur es más agrícolo, menos desarrollado a nivel industrial y infraestructural, muy dependiente de los subsidios del gobierno, y con una de las más altas tasas de desempleo del país.
Esto lleva el Sur en condiciones económicas reales casi al nivel del Centro.
Sin embargo, gradualmente, muchos industriales del Norte abrieron fábricas en el Sur, encontrando pero dificultades burocráticas debido a un mal funcionamiento de las instituciones y a los problemas relacionados con el crimen organizado.
[19] La industrialización fue en gran medida interconectada con el sector artesanal y se ubicó en las antiguas capitales políticas de la Italia preunitaria, mientras la industria de grandes factorías fue atraída por las cascadas del noroeste subalpino.
Italia salió de la Primera Guerra Mundial en una condición pobre y debilitada.
[25] Tratando de manejar la crisis, el gobierno fascista nacionalizó las tenencias de grandes bancos que habían acumulado importantes valores industriales, estableciendo el Istituto per la Ricostruzione Industriale.
La invasión a Italia por parte de los aliados el año 1943, finalmente hizo que la estructura política y la economía italiana se derrumbaran rápidamente.
Al final de la Segunda Guerra Mundial, el ingreso PIB per cápita italiano estaba en su punto más bajo desde principios del siglo XX.
[27] Después del final de la Segunda Guerra Mundial, Italia estaba en escombros y ocupada por ejércitos extranjeros, una condición que empeoró la brecha crónica de desarrollo hacia las economías europeas más avanzadas.
Además, la creación en 1957 del Mercado Común Europeo con Italia como miembro fundador, proporcionó más inversiones y facilitó las exportaciones.
En la suma de bienes y servicios exportados, alcanza los US $ 632.6 mil millones, ubicándose en el décimo lugar del mundo.
[34] Italia produjo en 2018: Además de rendimientos menores de otros productos agrícolas, como pimienta, cereza, berenjena, avellana, limón, avena, lechuga, achicoria, repollo, cebolla, ciruela, sorgo, espinaca, fresa, girasol, frijoles etc.[35] El país tiene exportaciones agrícolas extremadamente variadas.
La producción agrícola no abastece la demanda alimentaria de la población, y es especialmente escasa en la rama ganadera: ovino (Cerdeña), porcino (Emilia-Romaña).
La agricultura se halla más extendida, con cultivos de cereales (trigo, arroz -primera productora europea-, maíz), leguminosas, plantas industriales (remolacha azucarera), hortalizas (pimientos, berenjenas, tomates y cebollas) y flores.
Mención especial merece la fruticultura (peras, melocotones y manzanas en Emilia, Véneto y Campania; agrios en Sicilia), el olivo (en Liguria y el mezzogiorno), que genera la segunda producción mundial de aceite (435.300 t), y finalmente, la vid, cuyo cultivo sitúa a Italia a la cabeza de la producción mundial de vinos (68,6 millones de hl), reconocidos internacionalmente por su calidad.
Marcas como Lamborghini, Ferrari, Maserati, Dolce & Gabbana, Gucci, Fendi, Valentino , Giorgio Armani, Gianfranco Ferré, Gianni Versace, Missoni dan márgenes de beneficio estratosféricos a las negociaciones italianas.
Durante la fase inicial de la industrialización del país, concentrada especialmente en el norte la principal industria fue la industrial textil.
Entre las principales empresas del país por sector se encuentran:[44] Stellantis Italy, Iveco, Ducati, Piaggio (vehículos de motor); Pirelli (fabricación de neumáticos); Enel (energía); Eni (petroquímicos); Indesit, De'Longhi (electrodomésticos); Leonardo que ha absorbido a Alenia Aermacchi, AgustaWestland y Oto Melara (defensa); Avio, Telespazio (espacio); Beretta (armas de fuego); Armani, Versace, Dolce & Gabbana, Gucci, Benetton, Prada, Luxottica, Fendi (moda); Bulgari (joyería); Ferrero, Barilla, Autogrill, Lavazza, Kimbo, Perfetti Van Melle, Parmalat (alimentos y bebidas); Techint (acero); Webuild, Mundys, Italcementi (construcciónes); Mapei (materiales de construcción); TIM, RAI, Mediaset, Wind Tre, Vodafone Italia (comunicaciones); Assicurazioni Generali, Unipol (seguro); UniCredit, Intesa Sanpaolo (bancario); Ferrari, Maserati, Lamborghini (vehículos de lujo); Fincantieri (construcción naval); Costa Crociere, Gruppo Grimaldi (transporte naval); Mediaset, De Agostini, RCS MediaGroup (promedio); Laterza, Sellerio (publicación).
Algunas reservas minerales expresivas - hierro, aluminio, carbón, granito y fosfato - se encuentran en el sur del país.
El crecimiento económico del país ha llevado consigo el desarrollo del sector financiero, del comercio, los transportes y diversas compañías de servicios, así como de un numeroso funcionariado, que se ha convertido en una de las más pesadas cargas que arrastra el país.
Italia cuenta con una densa red de transportes terrestres, complementada por grandes instalaciones portuarias (Génova, Trieste, Livorno, Cagliari, Gioia Tauro) e importantes aeropuertos (Roma-Fiumicino, Milán-Linate).
En 2018, Italia fue el quinto país más visitado del mundo, con 62,1 millones de turistas internacionales, solo superado por España, Francia, Estados Unidos y China.
Hasta mediados de la década (2016), Italia llegó a los 30.507 dólares, habiendo decrecido en un 51,4% su PIB per cápita con respecto al año 2010.
[59] La mayoría de sus importadores están en Europa salvo Estados Unidos, China, Rusia y Turquía.