Se dice que el mismo Pitágoras buscó refugio en la ciudad al ser expulsado de Crotona.
Los nuevos amos enviaron colonos y fue una ciudad de segundo orden.
Cuando Dion desembarcó en Sicilia, Dionisio II de Siracusa estaba estacionado en Caulonia con una flota.
Durante la segunda guerra púnica volvió a ser habitada y se hizo partidaria de Aníbal.
La revuelta se extendió en poco tiempo a las comunas limítrofes, aunque apenas duró cinco días, desde el 9 de marzo ya estaba controlada.
Ochenta personas fueron golpeadas en la cárcel y dos murieron a causa de la tortura.