Está ubicada a orillas del golfo de Tarento, en el mar Jónico.
Logró un cierto esplendor, siendo famosos sus habitantes, los sibaritas, por su dedicación al lujo y la vida reposada, de forma que sibarita, en la lengua española, ha permanecido como un adjetivo calificativo y se refiere a una persona que gusta de las cosas refinadas aunque no necesariamente costosas.
Síbaris, al rodar hacia abajo, se golpeó la cabeza contra los contrafuertes de Crisa.
[4] Su rey Mindyrides al ver a un hombre cavando, le prohibió realizar esa tarea.
Llegaron a prohibir que se establecieran herreros, carpinteros, ni siquiera admitían animales ruidosos, como el gallo.
Dicen que los niños eran vestidos en trajes púrpuras y sus largos cabellos eran atados con cordeles de oro.
Por esta época también fue fundada Tarento en una lengua de tierra que avanza hacia el mar, formando una gran bahía.
[8][9][10] Los supervivientes intentaron refundar la ciudad en varias ocasiones, la mayoría de las veces siendo vencidos nuevamente por Crotona.