Conradino de Hohenstaufen

Luchó por recuperar el trono de Sicilia, pero fue derrotado en 1268 por Carlos de Anjou, quien ordenó su decapitación.

Hijo del rey Conrado IV de Alemania y de la princesa Isabel de Baviera, fue el último representante de la dinastía de los Hohenstaufen.

A la muerte de su padre Conrado IV en 1254, su heredero, Conradino, de solo dos años, permaneció en Alemania bajo la tutela del duque Luis II de Alta Baviera,[1]​ mientras sus reinos de Jerusalén y Sicilia eran gobernados a través de regentes.

En 1258, Manfredo de Sicilia, regente de su sobrino Conradino en Sicilia, usurpó el trono y fue coronado Rey de Sicilia.

En la Batalla de Benevento (1266), Manfredo fue derrotado y muerto, frente a Carlos de Anjou, el candidato del Papa, a la sazón suzerano del reino; y años después Conradino intentó, con apoyo gibelino, recuperar su herencia frente Carlos de Anjou, pero este le derrotó y capturó en la Batalla de Tagliacozzo, siendo poco después decapitado en la Plaza del Mercado en Nápoles, con solo 16 años de edad.

La tumba de Conradino en Nápoles .