La Quimera todavía se conserva en Florencia, actualmente en el museo arqueológico.
En la mitología griega, la monstruosa Quimera devastaba su lugar natal, Licia (ubicada en lo que hoy es Turquía), hasta que le dio muerte el héroe Belerofonte.
Fueron encontradas por casualidad, mientras se construían zanjas a las afueras de la ciudad, justo en la parte exterior de la Porta San Laurentino, sin embargo la imagen de Belerofonte que debería acompañar a la quimera no se ha encontrado.
Actualmente, una réplica del mismo material se exhibe en aquel lugar.
En su pata delantera hay una inscripción, que tras numerosas lecturas se ha llegado a la conclusión que dice TINSCVIL, cuya traducción sería «donada al dios Tinia» demostrando que la Quimera era un elemento usado para venerar al dios etrusco del día, Tinia.