Indoeuropea Ítalica Osco-umbros Los picenos fueron un pueblo itálico de lengua osco-umbra, históricamente ubicado en el milenio I a. C., en el territorio comprendido entre los ríos Foglia y Aterno a lo largo de una franja delimitada al oeste por los Apeninos y al este por las costas adriáticas, en la Italia central.
Desde el siglo III a. C., seguido a contactos con los romanos, tanto en el mundo griego como en el latino, las etnias del piceno estaban asociadas con el apelativo picenti, utilizado en los Fasti triumphales según Polibio.
Sin embargo, no es unánime el juicio sobre esta hipótesis, ya que la forma "pupun-" niega cualquier conexión con *pico/u de los cuales tiene origen "picus", en estrecha relación con el etnónimo latino "picentes".
[11] Un indicio respecto a este mito está presente también en la obra principal del mismo autor, la Historia Langobardorum, que no se refiere al ver sacrum pero si tiene una narración alternativa sobre el vínculo con el pico: También Plinio el Viejo,[15] que tiene también como fuentes los textos de Verrio Flacco, se refiere sintéticamente a un ver sacrum en relación con la historia de los picenos.
[16] Distinta es la historia sobre el origen de los picenos narrada por el geógrafo griego Estrabón, quien, basándose sobre la tradición puramente romana, no menciona ni Ascoli ni el ver sacrum, sin embargo pone mayor hincapié sobre los orígenes sabinos y el rol fundamental que tuvo en la migración por parte del pico.
Según este autor, el ave estaría consagrada a Ares, por lo tanto se considera que la migración sabina habría tenido un carácter puramente militar.
En esta última región Ascoli adquiere un rol central y se le puede considerar la capital.
En seguida se difundieron en todo el Piceno, estableciendo Ascoli como su capital y erigiendo en Cupra un importante santuario.
[27] No todos los estudiosos, sin embargo, concuerdan en identificar al confin septentrional del territorio de los picenos con el Foglia; Dall'Osso (1915) y, más recientemente, Massimo Pallottino (1988) reconocen como límite septentrional al río Esino, pero esta posición es considerada por una minoría.
Sin embargo, las poblaciones picenas permanecieron fieles al trataco de alianza establecido con los romanos y, de hecho, advirtieron a sus aliados sobre la guerra que los samnitas y sus aliados (galos, etruscos, umbros) estaban por iniciar.
[42] En el mismo período, se agudizaron también las tensiones entre los romanos y los galos senones: estos últimos fueron derrotados gracias también al apoyo de los picenos, que se aliaron contra las poblaciones celtas y consintieron el pasaje del ejército romano a través del Piceno.
La falta de autonomía derivó a que los picenos rompieran la alianza con Roma y rebelarse contra la dominación romana indirecta.
El ejército itálico, repartido en dos ramas, una sabélica guiada por el marso Quinto Popedio Silón, la otra samnítica guidada por Cayo Papio Mutilo,[53] contaba con contingentes de numerosos pueblos; el piceno era guiado por Cayo Vidacilio[54] y Publio Ventidio Basso.
[56] Mientras sucedía el asedio, en el verano del mismo año el comandante Vidacilio cuenta para sostener batalla con los pelignos y Ventidio Basso fue enviado en una misión diplomática a la Etruria y Umbría, a convencerlos para que apoyen la causa itálica;[57] paralelamente, Pompeyo Estrabón recibió el apoyo de un contingente romano, enviado para romper el asedio de los picenos.
[73] Giovanna Bergonzi tiene la hipótesis que, contemporáneamente, la aristocracia picena había iniciado a dictar la clasificación por herencia.
El descontento, común a los otros pueblos itálicos de la región, desembocó en los inicios del siglo I a. C. en un conflicto abierto.
[80] Entre los cultivos tradicionales Plinio menciona también la oliva picena, considerada entre las más demandadas de Italia.
[85] Sin duda se produjeron en los alrededores de Ascoli, como sugieren las conformaciones del territorio y las tradiciones locales.
[86] Además de los usos tradicionales, según Marcial las olivas picenas se utilizaban también para alimentar a los tordos.
[96] Además de importar manufacturas etruscas y exportar las propias a la Etruria, desde el siglo V-IV a. C. los picenos comerciaron también con los griegos, iquienes seguían la ruta comercial que se remontaba hasta la costa adriática occidental, para después proseguir sobre la costa opuesta en dirección sureste.
[99] Otras rutas comerciales fueron aquellas que se desarrollaron hacia el sur con los daunos[100] y los lucanos,[101] al norte con los vénetos.
Con estos últimos, los picenos no commerciaron exclusivamente porcelana fina, sino que también armas y ornamentos femeninos.