Pico (mitología)
En algunas tradiciones se le consideraba un antiquísimo rey del Lacio,[2] pues su hijo Fauno fue padre de Latino, el rey de los laurentinos contra quienes lucharon Eneas y los troyanos, y a quien luego se unieron.De ella Pico tuvo un hijo al que llamó Belo («flecha»), porque el niño era muy agudo.En aquellos años no había ni ciudad ni gobierno en el oeste, sino que toda aquella tierra estaba simplemente ocupada por los de la tribu de Jafet (Japetus), que se habían trasladado allí.Estas mujeres que se dejaban embaucar por él lo tenían por un dios, pues con engaños les mostraba apariciones.Sus hijos le construyeron un templo y lo pusieron en Creta en una tumba, que estaba en la isla de Creta y allí yace hasta el día de hoy, con la inscripción: «Aquí yace, habiendo muerto, Pico-Zeus a quien también llaman Día».Se convierten ellos mismos en dioses una vez fallecidos, excepto Fauno-Hermes, que es deificado en vida durante su reinado en Egipto.