La primera es un comentario relativamente corto que se atribuye a Servio en la superscripción de los manuscritos y mediante otras evidencias internas.
«El material añadido es indudablemente antiguo, fechado en una época poco alejada de Servio, y fundado en gran medida en literatura histórica y anticuaria que no se conserva.
El autor es anónimo y probablemente cristiano.»[1] Un tercer tipo de manuscritos, escritos en su mayor parte en Italia, da el texto central con escolios interpolados, lo que demuestra la duradera utilidad del Virgilii Opera Expositio.
Está construida en gran parte sobre el principio de una edición moderna, basándose parcialmente en una amplia literatura crítica virgiliana, mucha de la cual sólo se conoce gracias a fragmentos y datos conservados en este comentario.
En particular, Servio merece reconocimiento por plantar cara a los métodos alegóricos dominantes de exposición del texto.