Era una ninfa de extraordinaria belleza nacida en el Palatino, que entre todas las ninfas del Lacio, destacaba por su dulce canto, con el que conseguía capacidades semejantes a los atribuidos a Orfeo[1] como que las fieras la siguieran, moviera piedras y árboles o suavizara el carácter de los hombres.
Era hija del dios Jano y de la ninfa Venilia.
Esta, en venganza por la afrenta, transformó inmediatamente a Pico en un pájaro carpintero.
Exhausta por el cansancio, tras cantar su desgracia por última vez, se tumbó a orillas del Tíber, donde murió consumida por el dolor.
Se le dio su nombre al lugar donde terminó su vida.