La personificación o prosopopeya (del griego πρόσωπον 'rostro' y ποιέω 'hacer') es un tipo de metáfora ontológica y una figura de estilo que consiste en atribuir propiedades humanas a un animal o a un objeto (sea concreto o abstracto), al cual se hace hablar, actuar o reaccionar como una persona.
En otras ocasiones la prosopopeya o personificación se aplica a cosas incorpóreas o abstractas (como la muerte), e incluso puede permanecer oculta hasta que se descifra el sentido alegórico del texto literario.
"Vetusta, la muy noble y leal ciudad, corte en lejano siglo, hacía digestión del cocido y de la olla podrida, y descansaba oyendo entre sueños el monótono y familiar zumbido de la campana del coro, que retumbaba en lo alto de la esbelta torre en la Santa basílica" Leopoldo Alas, «Clarín».
"El invierno sopló la ciudad y todos tenían frío" 7.
"Veloz saeta.. Que mordió aguda" Le da más específicamente una acción humana a algo como animal o objeto.