Del mismo modo los romanos en algunas de sus monedas también representaron a los ríos, pero estos en latín son de género masculino, por lo que eligieron varones para representarlos, como fue el caso del río Nilo que aparece en varias monedas romanas como una figura masculina anciana.
[3] Algunas de estas alegorías siguieron apareciendo en la Edad Media o en la Edad Moderna, aunque el auge de estas se produjo durante el movimiento artístico del romanticismo que se dio a principios del siglo XIX.
Por último existen otro tipo de personificaciones que caracterizan al ciudadano medio de un país, como Ze Povinho, Juan Español o Deutscher Michel y que en su mayoría suelen estar representados por figuras masculinas.
Alemania debido a que se unificó con el movimiento del romanticismo ya en pleno auge, creó —aparte de Germania— algunas personificaciones relacionadas con antiguos reinos, ducados o ciudades libres independientes antes de su unificación y que se encuentran reflejadas en la tabla anterior, un claro ejemplo es Baviera con su alegoría Bavaria, que aunque sigue existiendo como Estado federado alemán ya no es independiente.
Sin embargo algunas ciudades que nunca fueron libres e independientes, fueron más allá y crearon su propia personificación para su ciudad: