[4] Heródoto, Lucano, Plinio el Viejo, papa Clemente I, Lactancio, Ovidio, e Isidoro de Sevilla están entre los que han contribuido al recuento y transmisión del tema del Ave Fénix.Según la religión del Antiguo Egipto, poseía varios dones extraños, como la virtud de que sus lágrimas fueran curativas, una fuerza sobrenatural, control sobre el fuego y gran resistencia física.Cuando le llegaba la hora de morir, hacía un nido de especias y hierbas aromáticas, ponía un único huevo, que empollaba durante tres días, y al tercer día ardía.El fénix se quemaba por completo y, al reducirse a cenizas, resurgía del huevo el mismo ave fénix, siempre único y eterno; esto ocurría cada quinientos años.Durante el reinado del emperador Claudio, un supuesto fénix fue capturado en Egipto y trasladado a Roma, donde este mandó exponerlo.
El fénix que supera la
Maison de la Louve
en
Bruselas
.
Miniatura del ave fénix, en el
Bestiario
de Aberdeen