Así, desde antes de que Miguel Hidalgo iniciara la lucha por la independencia en 1810, la imagen de la Patria soberana parece ser ya una realidad tangible; ya se puede ver.
Allí está representada la Patria mexicana, moribunda, recibiendo el auxilio de Iturbide que le tiende una mano mientras que con la otra ofrece la corona del Imperio Mexicano a un miembro de la casa de Borbón; el águila del Imperio Mexicano emprende el vuelo hacia un nuevo amanecer donde, entre los rayos del sol resplandeciente, está escrita la leyenda: “Todo Renace”.
Su águila hermosa parece que dormía Y ninguna esperanza le quedaba: Mas Yturbide le extendió su mano, Y revivió el Imperio Mexicano.
En los años posteriores la imagen de la Alegoría patriótica mexicana es usada cuando se desata la lucha política entre republicanos y monarquistas en 1823, que termina con la disolución del Primer Imperio Mexicano y da paso a una época de inestabilidad en la que, incluso, se pierde más del 50% del territorio nacional a manos de los Estados Unidos, en la lucha entre federalistas y centralistas, entre la logia escocesa y la yorquina, la imagen de la Patria será utilizada por los bandos en pugna para reforzar la idea de que defienden el bien general de la nación (contra el otro bando).
La variación a continuación presentada, se creó en 1962 a petición del presidente en turno, Adolfo López Mateos por el pintor jalisciense Jorge González Camarena.