También en numerosos edificios, como el del Parlamento o la Ópera, se colocaron estatuas con la alegoría de Austria.
Una vez se describió su política exterior del siglo XVII en el siguiente dicho:[2] Bella gerant alii, tu, felix Austria, nube!
("Que otros hagan la guerra, ¡tú, feliz Austria, cásate!")
Se encontraron borradores con Austria para imprimir billetes de chelines austríacos que no llegaron a emitirse.
El dibujante Erich Sokol entró para crear las caricaturas en el diario vienés Arbeiter-Zeitung, donde introdujo de nuevo a la alegoría de Austria, a veces como una encolarizada Austria con bigote a lo Hitler y con un brazalete nazi, otras como una Señorita Austria, delgada y joven y otras era representada como a un niño jugando.