El gallo francés es a menudo considerado como un símbolo nacional de Francia,[1] aunque realmente sin tener un carácter oficial, como podría ser el águila calva para los Estados Unidos.
Al mismo tiempo, está presente en los numerosos monumentos creados en memoria a los muertos, después de la Primera Guerra Mundial.
Suetonio, en su Vida de los doce césares, hizo notar que en latín tanto gallo como galo eran significados del término gallus.
Así, en el periodo revolucionario lo podemos encontrar en escudos adornados con un gorro frigio, sobre el sello del primer Cónsul, y la alegoría de la fraternidad lleva frecuentemente un bastón coronado por un gallo.
Muchos deportistas franceses no ocultan que el llevar una camiseta con el dibujo del gallo constituye un honor suplementario.
El gallo sigue hasta al día de hoy en su emblema con un cambio en el diseño producido en el 1999.