Este movimiento posee una perspectiva principalmente lingüística pero también consta de una faceta política y socioeconómica.
La Primera Guerra Mundial y una reactivación del patriotismo belga supusieron un freno al movimiento y este se desactivó.
Durante la Segunda Guerra Mundial, varios activistas se distinguieron en la Resistencia formando varias agrupaciones clandestinas.
Esta guerra mundial radicalizó aún más el movimiento que, por primera vez, habla de ideas de independencia, y que conducirá a su participación activa en la Cuestión Real en 1950.
[2] Voeren todavía es considerado por los activistas valones como parte de la Valonia ocupada por Flandes,[3]