[2] Como símbolo, el león tiene correspondencias con el oro (sol subterráneo) y con el sol mismo, mientras que la relación entre el sol y el león encuentra ya expresión en las culturas de la Antigüedad y persiste luego desde la Edad Media en adelante.
[2] Dado que, en su poder y justicia, Dios es como un león, la Tribu de Judá es, por carácter transitivo, comparada a su vez con un león.
La tradición etíope declara además que el linaje de Menelik I se prolongó directa o indirectamente en las dinastías imperiales de Etiopía (la Dinastía Zagüe y la Dinastía Salomónida hasta el siglo XX, cuando el emperador Haile Selassie fue destronado en 1974.
Esto explica que el León de Judá se tornase símbolo oficial de la monarquía etíope y apareciera profusamente en la bandera imperial, monedas, estampillas postales, etc.
La enorme veneración que Haile Selassie causó entre los primeros rastafaris y su estatus como "profeta de la liberación" causó que el movimiento rastafari adoptara también al León de Judá como símbolo de sus creencias.