Como político, Catón se distinguió por ser el mayor defensor e impulsor de la tercera guerra púnica contra Cartago.
[3] Los varones pertenecientes a las tres generaciones inmediatamente anteriores al nacimiento de Catón habían recibido el nombre de Marco Porcio y, según Plutarco,[4] Catón era conocido originalmente como Prisco; sin embargo, adoptó posteriormente el cognomen Catón —que indica una sabiduría práctica unida a una sagacidad política natural y combinada con la experiencia de manejar asuntos civiles y administrativos.
También es posible que se le concediera este apodo durante su infancia como un símbolo de distinción.
Las cualidades implícitas en este cognomen estaban resumidas en el anticuado título de Sapiens, con el que sería conocido en su vejez, y del cual Cicerón dijo que se consideraba casi su cognomen.
[5] Hombre de gran elocuencia en sus disertaciones y poseedor de gran estilo oratorio,[6] en la actualidad Catón el Censor (en latín, Cato Censorius) se ha convertido en su sobrenombre más característico, debido a que revistió la censura con extraordinario buen hacer y se convirtió en el único de su familia que desempeñó este cargo.
Allí Catón pasó la mayor parte de su infancia entrenando su cuerpo mediante exigentes ejercicios, supervisando y dirigiendo las operaciones agrícolas de sus propiedades, aprendiendo cómo debía dirigir sus negocios y estudiando las reglas pertenecientes a la agricultura rural.
Dentato era muy admirado entre el vecindario y sus proezas inspiraron a Catón, que decidió intentar imitar su carácter y alcanzar su gloria marchando a combatir a los cartagineses en la segunda guerra púnica cuando corría el año 217 a. C. Existen muchas discrepancias tanto entre las fuentes antiguas como en las modernas en cuanto al inicio del servicio militar de Catón.
Los antiguos escritos recogen que Catón contribuyó a la decisiva victoria de los romanos en la batalla del Metauro, donde Asdrúbal resultó muerto.
Los nobles menos favorecidos reaccionaron encabezando una facción dentro del Senado que defendía el retorno a los valores tradicionales heredados por los sabinos, utilizados como símbolo de resistencia y robustez.
La relación entre Catón y Escipión era totalmente carente de simpatía y no existía cooperación entre el procónsul y el cuestor, ya que cuando Escipión había solicitado al Senado que le permitiera transportar sus tropas a África para atacar al enemigo cartaginés en su propio territorio, Quinto Fabio Máximo —el antiguo general de Catón— se opuso al procónsul.
Ante esta petición, secundada por Fabio Máximo, se envió una delegación para que investigara los gastos de Escipión.
[18] En 199 a. C., Catón fue elegido edil curul; junto con su colega en el puesto, Cayo Helvio, restauró los Juegos Plebeyos y dio su consentimiento para que se celebrara un banquete en honor a Júpiter.
Aquí se le presentó a Catón su primera oportunidad para demostrar al mundo sus creencias sobre la obligación de aplicar una estricta moral pública.
En consecuencia, los tribunos Marco Fundanio y Lucio Valerio Tapón intentaron conseguir la derogación de la ley, pero se encontraron con la oposición de sus colegas Marco Junio Bruto y Publio Junio Bruto.
Las mujeres de mediana edad se plantaban en las inmediaciones del Foro e interceptaban a sus maridos, suplicándoles que restauraran sus derechos.
Cada vez más decididas, las matronas rogaron a los pretores, cónsules y consulares la derogación de la ley, presionando de tal modo al Senado que Flaco empezó a dudar, pero Catón se mostró inflexible y realizó un duro discurso cuyo núcleo fue rescatado por Tito Livio.
Las mujeres, para celebrar su éxito, desfilaron en procesión por las calles de la capital luciendo las joyas y los vestidos más voluptuosos posibles, los cuales eran por fin legales.
[22] Ambos historiadores cuentan el horror que caracterizó a las operaciones militares acaecidas durante el conflicto y la rapidez y falta de clemencia con la que Catón subyugó a los insurgentes hispanos.
Gracias a todos estos logros, el Senado decretó tres días de agradecimiento en honor al general.
Existe cierto desacuerdo entre los escritos de los historiadores Cornelio Nepote y Plutarco en ese punto:[24] el primero afirma que Escipión no tuvo éxito en obtener la provincia mediterránea y que, debido a su enfado, rechazó dejar Roma hasta el final de su consulado.
Los escritos recogidos por Tito Livio afirman que Sexto Digitio fue nombrado gobernador de Hispania Citerior.
[28] Ese mismo año Catón financió la construcción de un pequeño templo en honor a Victoria Virgo, el cual había prometido dos años antes, por lo que parece muy improbable que sirviera como legado en Macedonia.
En una valiente incursión en territorio enemigo, el ejército romano eliminó a sus enemigos de la Liga Etolia que estaban situados en el punto más alto del monte Eta, a continuación las legiones descendieron a gran velocidad del Eta, causando gran terror en el campamento enemigo y forzando la retirada de Grecia del ejército seléucida.
Fue entonces cuando Catón visitó Atenas para impedir que los atenienses escucharan las propuestas del rey seléucida y se dirigió a la población de la actual capital griega en un discurso en latín.
Es bastante probable que Catón tuviera nociones básicas de griego, ya que según Plutarco, Catón estudió este idioma durante su juventud en Tarento, donde entabló gran amistad con el filósofo griego Nearco.
[32] Catón fue elegido censor en el año 184 a. C. junto a su antiguo patrón Lucio Valerio Flaco.
Sin embargo, Catón tenía entre manos una tarea aún más seria, ya que se oponía a la expansión de la nueva cultura helénica que amenazaba con destruir la áspera simplicidad del modo de vida romano.
Gestionó la liberación del historiador Polibio y sus compañeros prisioneros, preguntando despectivamente a los senadores si no tenían nada mejor que hacer que discutir sobre si unos cuantos griegos debían morir en Roma o en su tierra.
Durante toda su vida Catón mantuvo el espíritu rural que le habían inculcado sus padres desde su más tierna infancia.
Catón no es solo famoso por su importancia política y reconocimientos militares, sino que también destacó como escritor.