Este movimiento no fue advertido por Asdrúbal hasta que al día siguiente ambos contendientes formaron para dar batalla.
Perseguido por los romanos, se vio obligado finalmente a entablar batalla y fue derrotado.
En el combate, y una vez todo estaba perdido, Asdrúbal Barca encontró su final luchando.
Con objeto de averiguar sus movimientos, el Senado romano envió en 208 a. C. a Marco Recio y Lucio Antistio como embajadores ante los masiliotas.
[6] De acuerdo a Apiano, Asdrúbal efectuó este recorrido más rápido que su hermano Aníbal once años antes, pues aprovechó las construcciones hechas por el ejército de este y los tratados que firmó con los galos, por lo que estos no lo agredieron durante su paso y muchos de ellos, se unieron a su ejército.
Asdrúbal traía en su ejército, igual que su hermano, elefantes de guerra criados y entrenados en Hispania.
El ejército de refuerzo púnico ingresó en Italia por el valle del río Po y puso sitio a Placentia, ciudad que no pudo tomar, por lo que siguió en dirección a la costa del Adriático, mientras era seguido por el ejército del pretor romano en la Galia, Lucio Porcio Licino, con quien tuvo algunas escaramuzas.
Asdrúbal, al levantar el sitio de Placentia, envió a cuatro jinetes galos y dos númidas con una carta para Aníbal en la que le proponía cruzar los Apeninos y juntarse en Umbría para proseguir juntos las operaciones contra Roma.
Estos jinetes cruzaron toda Italia y buscaron a Aníbal en los alrededores de Tarento, pues no sabían que este había avanzado más al norte.
Nerón envió mensajeros a Livio los cuales le informaron que estaba a un día de camino y le preguntaron si era preferible que la llegada fuese por la noche o por el día, si había necesidad de hacer otro campamento o establecerse en el del cónsul o el del pretor y otros detalles de la llegada.
Al comienzo los cartagineses sacaron ventaja, pues sus elefantes lograron romper las líneas romanas.
Nerón, al ver la reñida batalla que se desarrollaba a su izquierda, decidió participar.