Guerra de Masinisa

Durante la segunda guerra púnica, cartagineses y númidas fueron finalmente derrotados en la batalla de Ilipa en 206 a. C., perdiendo el dominio sobre Iberia, que pasaría a manos romanas.

El senado, para salvar la cara ante Roma, le condenó al destierro junto con todos los que habían estado a favor de la guerra contra Masinisa.

Se refugió en territorio númida y reunió un ejército de 20 000 hombres.

Cuando el senado cartaginés vio que hiciera las concesiones que hiciera, no podía evitar los propósitos romanos para destruir Cartago, y cuando se iniciaron los preparativos para el enfrentamiento final llamaron a Asdrúbal y le dieron el mando (149 a. C.) junto con otro Asdrúbal (nieto de Masinisa) que tendría el mando de la ciudad.

Su ejército le aseguraba el dominio en campo abierto y la llegada de suministros a la ciudad, mientras los romanos debían recibir sus provisiones por mar.