Su política exterior fue una continuación de la de Masinisa, apoyando a Roma contra Cartago en la tercera guerra púnica y luego en las guerras lusitanas contra Viriato, para las que envió arqueros, honderos y elefantes a Escipión Emiliano.
[3] En la primavera del 148 a. C., Masinisa murió y el reino de Numidia fue dividido entre los tres hijos del rey, Micipsa, Gulussa y Mastanabal, por Escipión Emiliano, a quien Masinisa había dado el poder de administrar su territorio.
Micipsa siguió siendo un aliado leal a Roma, proporcionando asistencia militar cuando se le solicitaba.
En el 118 a. C., Micipsa murió, y Numidia, según los deseos del rey, se dividió en 3 partes.
Una tercera parte fue gobernada por cada hijo de Micipsa: Aderbal, Hiempsal, y el rey adoptado, Jugurta.