Reino de Numidia

Los fenicios establecieron una ciudad colonial importante en la costa atlántica, Lixus, en la desembocadura del río Lucus, junto a la actual Larache, y varias factorías cubriendo todo el litoral mediterráneo y atlántico hasta Mogador, en cuyo islote aparecen los testimonios geográficamente más remotos de la acción colonial fenicia.

En el siglo V a. C. organizaron dos expediciones para reconocer las costas mauritanas, convirtiéndolas en territorios de dominio cartaginés.

Cartago terminará por modelar el territorio norafricano, con la asimilación de la cultura púnica, como la lengua, el alfabeto y la religión, preservando cierta autonomía.

Paulatinamente, el uso de la escritura púnica se unió, aunque no lo sustituyó, al del líbico.

En la propia Cartago existía un partido númida que deseaba la unión con Numidia, lo cual provocaba los recelos de Roma.

Tras morir Masinisa en el 148 a. C. preparó el reparto del reino entre tres de sus hijos, Micipsa, Manastebal y Gulussa.

Fallecido Micipsa 118 a. C. tuvo lugar una nueva partición: Yugurta recibió la zona occidental y Adherbal la oriental, lindante con el territorio romano.

Cuando murió Micipsa en 118 a. C., el reino se dividió entre sus dos hijos Aderbal e Hiempsal y su sobrino Yugurta.

Roma se vio obligada a intervenir en 111 a. C., en una breve campaña mandada por el cónsul Lucio Calpurnio Bestia.

Yugurta se rindió, pero obtuvo una paz muy favorable, sospechándose una vez más que fue conseguida con sobornos.

Reanudada la guerra, Roma envió al cónsul Quinto Cecilio Metelo el Numídico, que se enredó en una campaña interminable durante cinco años (111 a. C.-106 a. C.).

Los dos hermanos participaron en la segunda guerra civil a favor de Julio César y en contra del Juba I invadiendo Numidia.

Sin embargo Juba II y Cleopatra II no reinaron juntos mucho tiempo en Numidia, debido a que la población local se oponía a Juba por su excesiva romanización, lo que causó desórdenes civiles.

Aparece un sistema propio de escritura, el llamado alfabeto líbico con el que se escriben textos en la lengua indígena, bereber, y cuya última fase ha sido el alfabeto tifinag empleado en el Sahara hasta casi nuestros días.

En suma, se crea una civilización autóctona, aunque derivada de los estímulos coloniales, que duró hasta la romanización.

Retrato moderno de Masinisa .
Busto de Juba I .
Alfabeto tifinagh.