Batalla de Tapso

El general les dijo: «ciudadanos» (quirites), no «compañeros soldados» (conmilitones), dando a entender que estaban licenciados.

Tenía apenas tres mil infantes[28]​ y ciento cincuenta jinetes,[29]​ principalmente bisoños,[30]​ aunque con algunas cohortes de veteranos.

[29]​ César construyó un castra (campamento) cerca de Adrumeto, donde la guarnición pompeyana mandada por Cayo Considio Longo, equivalente a dos legiones y setecientos jinetes, más tres mil númidas traídos por Cneo Piso, ocupaban las almenas y puertas,[32]​[33]​ unos trece mil soldados.

[34]​ Como los cesarianos eran muy pocos, la urbe estaba en una colina y tenía fuertes muros y la caballería pompeyana podía atacarlos por detrás si atacaban, el legado Lucio Munacio Planco intento sin éxito convencer a Longo que se rindiera.

[7]​[35]​[36]​ Por suerte, Metelo Escipión y su ejército se habían alejado de la costa para unirse a Juba[11]​ en Útica.

[37]​ Durante una inspección, cuando volvía al campamento, César fue atacado por dos mil jinetes númidas que salieron de la ciudad.

[39]​ El mismo día los habitantes abrieron las puertas y César prohibió cualquier saqueo[40]​ (5 de noviembre).

César envió a Cayo Mesio con tres cohortes, pero enterado, Longo salió de Adrumeto con ocho propias e intentó llegar primero al pueblo.

[75]​[77]​ Para el 4 de diciembre, las obras estaban listas y todos los cesarianos se retiraron tras las trincheras,[75]​ al día siguiente su caudillo los hizo salir y ofrecer batalla[78]​ en la llanura; Metelo Escipión formó con su caballería con los elefantes en primera línea con la infantería detrás[79]​[80]​ dividida en dos alas separadas por Ucita en medio, pero no aceptó combatir.

[66]​ El mismo día se produce una tormenta que destruyó muchas obras de los campamentos y desmoralizó a las tropas.

[84]​ El 24, César se aproximó a las posiciones de Labieno, que estaban fortificadas sobre una colina al este,[85]​ pero debió atravesar la llanura intermedia.

[102]​[103]​ Como en condiciones similares, el caudillo se mostró prudente y no atacó sin estar seguro de tener ventaja.

La mayoría se dirigía a Leptis tras no poder desembarcar sus hombres en Adrumeto o Tapso.

[114]​ Se encontraron en Tegea, en una planicie entre dos colinas, pero entonces aparecieron las otras ocho legiones cesarianas con importante caballería para atacar por detrás a Labieno, quien apenas pudo retirarse tras perder quinientos hombres.

[110]​[111]​ Escipión decidió moverse a Tegea, construyendo tres campamentos en sus alrededores, estableciendo su caballería númida en las alturas.

[26]​[136]​ Suetonio, para indicar como César animaba a sus tropas no minimizando sino que exagerando el número de enemigos, menciona que cuando sus legionarios estaban muy nerviosos por la enorme hueste de Juba I les dijo: «Debo informarles que en muy pocos días el rey [Juba I] estará aquí con diez legiones, treinta mil caballos, cien mil infantes ligeros y trescientos elefantes».

[141]​ Según Tucker, al comienzo de la campaña, las legiones reunidas por los pompeyanos debían sumar unos cincuenta mil soldados[133]​ que se duplicaban con el ejército traído por Juba.

[136]​ Según Apiano, en total, los pompeyanos contaban con ochenta mil combatientes cuando se dio el combate decisivo.

[140]​ Historiadores modernos sostienen que los jinetes númidas en la batalla eran siete mil y muchos auxiliares eran de Cilicia.

[148]​ La pérdida de este puerto era algo inaceptable para Escipión y marchó a dar batalla.

[149]​ Contaba con una fuerte guarnición dirigida por el pretor Cayo Virgilio, quien realizó dos incursiones marítimas contra transportes cesarianos extraviados en las cercanías.

La mitad de su escuadra siguió bloqueando el puerto, pero la otra se acercó por la costa a las posiciones pompeyanas.

Los pompeyanos formaron a sus elefantes e infantería ligera dando apoyo en los flancos, con la caballería númida concentrada en el ala izquierda, llegando casi hasta la playa, y los demás jinetes en la derecha.

[157]​ Las cohortes de la V resistieron con tal valor que César concedería a esa legión un elefante como su estandarte.

[5]​ Por entonces, las infanterías chocaron pero los pompeyanos lograron resistir muchas horas hasta la tarde, cuando su derecha empezó a retroceder hacia el campamento inacabado, seguida del centro y finalmente toda la línea.

En el antiguo campamento de Escipión algunos oficiales intentaron organizar a los fugitivos para una defensa, pero no había como controlarlos.

[158]​ Perseguidos sin piedad, ya vencidos, los pompeyanos intentaron rendirse pero fueron masacrados aunque César era capaz de ver como suplicaban misericordia.

[162]​ Otra posibilidad es que simplemente sus soldados estaban demasiado descontrolados para obedecer (habían comenzado la batalla por iniciativa propia, no por órdenes).

[174]​ Sila huyó con algunos fieles a Numidia, mientras el cuestor Lucio César pedía clemencia por Útica al caudillo.

[183]​ César dejó Utica el 14 de abril,[n 8]​ en dos días llegó a Caralis, en Sardinia, donde estuvo otros once.

Mapa de la campaña de César en África.
Denario de Escipión.
Busto de Juba I
Esquema de la batalla del siglo XVII basado en una obra de Andrea Palladio
Estatua de Catón el Joven. Obra de Jean-Baptiste Roman , quien la comenzó en 1832, acabada por François Rude en 1840.