Quinto Fabio Máximo

Fabio era consciente de la superioridad militar cartaginesa y, cuando Aníbal invadió Italia, rehusó enfrentarse al general en batalla campal.Durante la campaña, estableció un plan simple e inmutable de acción, evitó todo encuentro directo con el enemigo, trasladó su campamento a tierras altas, donde la caballería númida y la infantería hispana no podían seguirlo; observando atentamente los movimientos de Aníbal y atacando a los soldados rezagados.Logró arrinconar a Aníbal en uno de los altos valles entre Cales y el Volturno, si bien el cartaginés logró escapar hábilmente empleando bueyes con haces de leña ardiendo fijos a sus cuernos ladera abajo (ver batalla del Ager Falernus).Minucio, durante una breve ausencia de Fabio del campamento, obtuvo una ligera ventaja sobre Aníbal, en una escaramuza.Fue elegido pontífice en 216 a. C., era ya miembro del colegio augural, cargo que ocupó durante sesenta y dos años;[6]​ dedicó por encargo público el templo de Venus Erycina, y se opuso a llenar con latinos las vacantes que la guerra había dejado en el Senado.En las elecciones consulares para el año 214 a. C. que presidió, se opuso a los cónsules electos Marco Emilio Régilo y Tito Otacilio Craso alegando que el primero era flamen y no podía abandonar la Ciudad.Su riqueza era grande y, sin embargo el pueblo sufragó mediante contribución los gastos de su funeral.Fabio tuvo dos hijos; el más joven le sobrevivió[11]​ y pronunció la oración fúnebre del mayor (Laudatio).En palabras del poeta Ennio: ...unus homo nobis cunctando restituit rem, «un hombre, por su demora, nos restauró el Estado».Por su parte, una rama del movimiento obrero, surgida en Gran Bretaña, reivindicó su táctica y la aplicó a la lucha sindical; tomando el nombre de Sociedad Fabiana.
Estatua de Q. Fabio Máximo Cunctator , Palacio de Schönbrunn , Viena .