Durante la monarquía fue un cargo político que actuaba a las órdenes del rey al frente de la reducida caballería del ejército.
Al desaparecer la monarquía, el cargo pasó a la República romana.
Aunque el sistema romano de magistraturas ordinarias utilizaba siempre el principio de colegialidad, cuando se producía una emergencia que hacía necesario tomar medidas extraordinarias, designaban a un dictador, con mando único, y este nombraba a su vez como lugarteniente a un magister equitum.
En teoría, este se encargaba de dirigir la caballería del ejército romano, mientras que el dictador mandaba la infantería.
Tras la muerte de Julio César, Marco Antonio abolió la dictadura y con ella el cargo de magister equitum.