Primera guerra civil de la República romana

[2]​ Sila marchó sobre Roma con sus legiones, haciendo huir a Mario y reotorgándose el mando.

Ya en Roma el senado romano declaró enemigo de la República a Mario, y Sila embarcó hacia Grecia sin contratiempos.

Lucio Cornelio Cinna un cónsul electo popular, ante la ausencia de Sila propició el retorno de Mario desde su exilio, y juntos marcharon sobre Roma, se hicieron nombrar cónsules y establecieron una sangrienta represión contra los optimates, pero tras unos pocos días en su cargo Mario murió.

Finalmente Sila renunció al poder absoluto y se retiró de la vida política.

Sin embargo, la continua expansión, el crecimiento demográfico y económico provocó una crisis del modelo de Estado, que fragmentó la sociedad romana, aumentando enormemente la polarización social.

Mario luchó como oficial en Numidia donde ganó cierta fama que utilizó en su regreso a Roma para aumentar las probabilidades de ser elegido cónsul.

Mario tuvo por lugarteniente a Sila, quien es descrito como un soldado capaz, más inteligente y cuyo posicionamiento político era conservador.

Dividió el ejército en dos cuerpos, el primero enviado al noroeste contra Aquilantiguo reino de Pérgamo como la propia Pérgamo, Éfeso y Mileto, recibieron a Mitrídates como un libertador de la explotación romana.

Según las fuentes históricas alrededor de 80 000 personas fueron ejecutadas en unas jornadas conocidas como las Vísperas asiáticas.

El Senado nombró a Sila para que condujese al ejército contra Mitrídates.

De esta manera Cayo Mario fue elegido como general contra Mitrídates, creando una contradicción legal.

Sila hizo algo sin precedentes, puesto al borde del abismo con su futuro político en juego y habiendo perdido el mando en Oriente, marchó con su ejército hacia Roma.

Por primera vez en la historia de la República un general romano marchó contra su propia ciudad.

Sila convocó al Senado y exigió que se calificara a sus oponentes como enemigos de la República.

El Senado aceptó, pronunciándose en contra de Mario, Sulpicio y otros diez hombres.

También hizo invalidar toda la legislación de Sulpicio, promulgando nuevas leyes encaminadas a reafirmar la tradicional supremacía del Senado.

Los elegidos fueron Cneo Octavio un conservador que se había mostrado hostil ante Sila y Lucio Cornelio Cinna.

Cinna huyó a Nola y con ayuda de los italianos quienes habían sido derrotados en la guerra Social, llamó a Cayo Mario para que retornara de la isla en que estaba exiliado en África.

Los pónticos se enfrentaron al ejército romano de Fimbria guiados por el príncipe Mitrídates hijo de Mitrídates VI, acompañado por los generales Taxiles, Diofanto y Menandro, confrontó a Fimbria con una gran fuerza, pero el ejército póntico sufrió una derrota aplastante al sufrir un ataque nocturno por los romanos.

Según Apiano, Sila comenzó a enviar tropas a Italia una vez que le alcanzaron las noticias de la muerte de Cinna y los disturbios subsiguientes, pero para ese momento, Quinto Cecilio Metelo Pío se había ya sublevado en África, Marco Licinio Craso estaba reclutando tropas entre su clientela hispánica y Pompeyo Estrabón hacía lo mismo en el Piceno.

Frente a sí encontró un ejército comandado por Cneo Papirio Carbón y Cayo Mario el Joven, sucesores de Cinna.

[2]​ En esta última, Sila capturó a 12 000 populares, que fueron recluidos en el Campo de Marte.

Tras la victoria completa silana, Sila celebró su triunfo y adoptó el cognomen Félix (afortunado).

Se estableció como dictador en el año 81 a. C. y a diferencia de en ocasiones anteriores, por un periodo indefinido.

Los restos de las tierras vacías fueron utilizadas para asentar a los soldados veteranos, que sumaban unos 120 000.

Territorio de las colonias romanas, latinas, municipios y aliados itálicos ( socii ), en la Italia del 100 a. C.
Monumento a Mario y a su victoria sobre los cimbrios
Restos del templo de Belona , desde donde, en el 82 a. C. el Senado oyó los gritos de los prisioneros de Sila, que estaban siendo masacrados en la cercana Villa Pública