Gian Galeazzo respondió creando una liga en la que se le unieron las más importantes ciudades del Véneto.
La guerra se inició en 1389, con numerosos enfrentamientos, destacando entre todos ellos la batalla ocurrida el 25 de junio de 1391 junto a Alessandria en la que cayó herido Armagnac, muriendo poco después.
Florencia organizó una segunda liga contra Milán, junto al rey Carlos VI de Francia, Francesco Novello, Bolonia, y el Gonzaga.
No obstante, las tropas del ducado entraban el 28 de junio en Bolonia.
Sus funerales tuvieron lugar en Milán, recibiendo sepultura en la Cartuja de Pavía, monasterio situado a 8 kilómetros al norte de Pavía, y que él mismo había mandado construir.
Gian Galeazzo ha pasado a la historia entre otros motivos, por sus grandes delirios de grandeza.
También realizó mejoras en el palacio de esta última ciudad, comenzado a construir por su padre.
Tuvo además un hijo natural, Antonio, nacido en 1389, y muerto poco después.