Los franceses terminaron asesinados en los tumultos o ejecutados judicialmente.
[2] El hecho fue objeto de gran tratamiento propagandístico y literario, incluyéndose entre los temas de la llamada leyenda negra española.
[3] Las fuentes españolas desplazan la responsabilidad de la manipulación a las autoridades venecianas, que querrían de este modo comprometerlas.
No obstante, la antigua potencia mediterránea había entrado en una irremisible decadencia, conectada con la crisis del siglo XVII y el desplazamiento definitivo del eje económico hacia el Atlántico.
No volvió a haber grandes campañas navales como las que asociaron a España, Venecia y los Estados Pontificios en la Santa Liga (batalla de Lepanto de 1571), aunque sí escaramuzas localizadas.