Alonso II de la Cueva y Benavides

Estos nombramientos permitieron a su padre continuar con el gobierno de las islas mientras se ausentaba o visitaba otros puntos del archipiélago.Sobre este aspecto se le atribuye haber escrito la obra Squitinio della libertá veneta, impreso en Mirandola en 1612 y traducido al castellano por Antonio de Herrera y Tordesillas, aunque algunos autores aseguran que únicamente lo mandó escribir.En 1622, cuando aún se encontraba en los Países Bajos, tuvo noticia de que el Papa Gregorio XV, a petición del propio rey de España, con quien había limado sus asperezas, le había concedido la Dignidad Cardenalicia, siendo el único cardenal español y el último en ser nombrado por el pontífice.Poco después de su nombramiento, ya en 1623, se trasladó a Roma para asistir a las exequias funerarias por el pontífice, fallecido el 8 de junio, y después tomó parte en el cónclave en el que salió electo Urbano VIII.La noticia de su muerte llegó a Roma el día 28 del mismo mes.