Alrededor del segundo patio también organizado en dos plantas de altura con una ligera estructura de arquería, se distribuyen las dependencias privadas que se destinan al prelado.
De un barroco clasicista donde destacan los frontones rectos y curvos de los huecos superiores, sobresale en esta fachada su magnífica portada-retablo que se le superpone en el centro, en tres cuerpos de altura, combinando mármoles en colores gris para el fondo y rosa en las columnas, cuyo número decrece progresivamente en cada planta superior.
En 1924, siendo obispo san Manuel González García, se instalaron en la planta baja las Hermanas de la Cruz, congregación fundada por santa Ángela de la Cruz.
En dicha reconstrucción participaron Fernando Guerrero-Strachan Rosado y Enrique Atencia Molina.
Bien de Interés Cultural, este Palacio Episcopal está catalogado como monumento, según declaración publicada en el BOJA en el año 1991.