Rea Silvia

Sin embargo, el dios Marte se apareció en un sueño de Silvia[1]​ y la violó en un bosque.

El bondadoso siervo al que se le había ordenado la tarea, puso a los gemelos en un cesto en el Tíber, pero no los asesinó.

El dios del río encontró a los gemelos y los dejó al cuidado de una loba, Luperca,[2]​ que había perdido a sus propios cachorros, para que los amamantara.

El dios Tíber rescató a Rea Silvia y se casó con ella.

Tito Livio presenta en su libro Ab urbe condita libri una versión más racional de la historia.

Torso de Rea Silvia, Museo del Teatro Romano de Cartagena .