Obligó a Rea Silvia, la hija de Numitor, también llamada Ilia, a convertirse en una Virgen Vestal, devota de Vesta, de manera que ella no concibiera hijos que pudieran destronarle algún día.
Amulio ordenó enterrar viva a Rea Silvia y mandó arrojar a sus hijos al río Tíber en una cesta para que fuesen arrastrados hasta el mar y pereciesen ahogados.
Después salvó a Rea Silvia y se casó con ella.
Los pequeños fueron más tarde recogidos por el pastor Fáustulo y cuidados por su esposa, Aca Larentia.
Una vez hubieron crecido, los gemelos Rómulo y Remo mataron a su tío abuelo Amulio, y repusieron a su abuelo Numitor como rey de Alba Longa.